da miedo
asomarse a las ciudades;
ver tantos seres,
haciendo todos lo mismo,
saltando de un tren a otro,
transpirando al unìsono,
soñando, tal vez,
todos el mismo sueño.
da miedo pensar
que se puede ser eso:
una pieza numerada
entre cientos,
miles,
tan fàcil de romper,
tan fràgil,
tan sòrdidamente mortal.
© Osvaldo Rassetto 2010