dos de la mañana,
dos de la niebla,
dos del sueño perdido;
dos de perros ladrándole a los autos,
dos de pasos apurados en la calle desierta.
dos de ventanas cerradas,
dos del miedo y los candados,
dos de casi niños aspirándose el abandono.
dos del pecho cerrado por tantos tabacos,
dos de la vista cansada,
dos de que parece que no vas a llegar;
dos de dejar escapar otra puteada
porque a esta hora el 86 ya no pasa.
Son las dos de todo eso
y no me animo a llamarte.
©Osvaldo Rassetto 2009
dos de la niebla,
dos del sueño perdido;
dos de perros ladrándole a los autos,
dos de pasos apurados en la calle desierta.
dos de ventanas cerradas,
dos del miedo y los candados,
dos de casi niños aspirándose el abandono.
dos del pecho cerrado por tantos tabacos,
dos de la vista cansada,
dos de que parece que no vas a llegar;
dos de dejar escapar otra puteada
porque a esta hora el 86 ya no pasa.
Son las dos de todo eso
y no me animo a llamarte.
©Osvaldo Rassetto 2009
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